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Satrustegi

SM-010a

  • Fecha de grabación: 1979-07-06
  • Propietario/a: Euskarabidea-mediateka
  • Informante: Antonio Castellot. Rosa Erro Redín. José Arraiz Zubiri. Estefania Laurenz.
  • Investigador/a: Jose Maria Satrustegi
  • Tema principal: La vida, la profesión. Noticias de Abaurrea Baja. Historias de brujas.
  • Permiso de consulta: Libre
  • Permiso de publicación: Limitada
  • Calidad de sonido: Normal
Localidad Dialectos Mapas
Fragmento Duración Temas Sumario
A01 00:00:00
00:06:19
modo de vida, oficios: cabrero Antonio estuvo de pastor en América. Estuvo trece años. A la vuelta siempre ha trabajado en las tareas de la casa, en la agricultura. Tenían vacas, ovejas y bueyes. Plantaban trigo, avena y arveja. Tenían ocho o diez vacas rojas y veinte o treinta ovejas. Todas las cabras del pueblo, cincuenta, estaban juntas y el cabrero las llevaba al monte y las bajaba todos los días. Además del sueldo de cabrero, la gente lo llevaba a comer a sus casas.
A02 00:06:19
00:09:14
modo de vida Presentación de Rosa y José. Han tenido quince hijos. Viven seis chicos y seis chicas. Tres viven en América, en Nevada. Otra en Italia y los demás cerca. En casa de Rosa tenían pocas tierras. Eran cinco hermanos. Siempre ha vivido en el pueblo.
A03 00:09:14
00:09:50
euskera Cuando ella era joven el euskara ya había empezado a perderse. Los mayores lo hablaban pero los jóvenes no.
A04 00:09:50
00:13:15
tienda Rosa aprendió a coser en Pamplona. Estuvo tres meses. Después de casados, el oficio eran las tareas de la casa. El marido y los hermanos trabajaban las tierras. Ella tenía bastante con cuidar a los hijos. En la tienda vendían de todo: grano, alpargatas, vino, aceite, sal... Entonces no había dinero y pagaban en especias. Luego tenían que ir ellos a por el pago. Todavía tienen los libros de cuentas.
A05 00:13:15
00:14:40
hambre El racionamiento no llegaba. En el pueblo había molino y llevaban la harina de noche, a escondidas. Recogían patata, berza, alubias. Tenían también leche, tenían cuatro o cinco vacas.
A06 00:14:40
00:16:40
oficios: cabrero, oficios: pastor En la mayoría de las casas había ovejas. Las ovejas de todas las casas, menos de tres, las cuidaba un pastor todas juntas ya que eran pocas. Al pastor le daban de comer en las casas. Las cabras las cuidaba el cabrero. Le pagaban y le daban de comer en cada casa dependiendo de las ovejas que tuvieran.
A07 00:16:40
00:17:12
carbón, varios Sus hijos iban a hacer carbón.
A08 00:17:12
00:19:30
euskera En el pueblo de Erro no hay más euskaldunes. El médico está aprendiendo ahora. Ella aprendió con sus padres, ya que el padre no quería hablar en casa más que euskera, que hablaran el castellano en la calle. Sólo aprendió ella, sus hermanos no. Ahora va hacia Francia cuando vienen los hijos, porque allí tienen familia, pero como no saben euskera va ella para poder hablar euskera.
A09 00:19:30
00:21:50
ganadería: ganado, ganadería: pasto Hay que marcar el ganado todos los años, las vacas en Urepel y las ovejas en Sorogain. Hay que pagar por cabeza para tener el ganado en Sorogain. Los del valle también pagan, pero la mitad. En verano no hay ovejas, se marcan el veinte de septiembre y se suben. Las vacas se marcan el veinticinco de mayo.
A10 00:21:50
00:24:10
varios La casa se llama Eloi Iriarte. Estefania nació en Abaurrea Baja. Ella aprendió euskera desde pequeña con su madre. Su padre era carpintero y ahora sus hijos son carpinteros.
A11 00:24:10
00:25:56
euskera Cuando ella era pequeña en Abaurrea Baja todos hablaban euskera, y en Abaurrea Alta todavía más. Ahora se ha perdido mucho.
A12 00:25:56
00:29:50
oficios: carpintero, varios Fueron de Abaurrea Baja a Aoiz. Los hijos trabajaron en una fábrica de carpintería, pero ellos querían trabajar por su cuenta. El mayor empezó a trabajar como ayudante con un hombre de Erro y al final compró el taller. Entonces fueron todos allá a vivir.
A13 00:29:50
00:35:55
pueblo En Abaurrea Baja recogen patata, trigo y cebada. Hay muchas vacas, hay casas que tienen sesenta vacas. Y no venden leche, crían terneros. En Abaurrea Baja ahora vive muy poca gente, pero tienen mucho dinero. Sólo hay siete familias, había más de veinte. El problema es que no hay mujeres casaderas. En Abaurrea Alta la situación es mejor, no hay casas cerradas.
A14 00:35:55
00:46:00
brujería Sus abuelos vivían en casa. El abuelo estaba enfermo pero ningún médico sabía qué le pasaba. Fueron a Francia y le dijeron a la abuela que a su marido le perseguían. Ella no creía en esas cosas, pero aún así, les dieron una medicina. La tenían que tener cuarenta noches en la ventana. Una chica de otra casa vio que la medicina estaba ardiendo y les avisó. Pero eso pasaba todas las noches. Mientras el abuelo estaba enfermo, una mujer de Ochagavía fue con su marido a hacer una obra a su casa. Aquella mujer tenía una mala vibración y una noche una chica se la juntó en las escaleras y sintió algo raro. Aquella noche no pudo dormir y después de aquello le daban unos ataques muy fuertes, que se pasaba tres días y tres noches sin abrir los ojos. Mientras tanto el abuelo murió. Fueron a buscar a la abuela al campo y estaba con el niño pequeño y los bueyes. Cogió al niño y metió a los bueyes en el corral. Pero estos se escaparon. Había costumbre de ir a rezar un rosario a la casa del difunto y fue la chica de los ataques con otras dos. Y ellas dos bailaron encima del difunto. A aquella chica le dió un ataque y con los ojos cerrados dijo donde estaban los bueyes que se habían escapado. Más adelante nevó y un día que llevaron los bueyes a beber a la fuente se volvieron a escapar. Intentaron seguirles, pero pasaban por sitios que nadie puede cruzar y los perdieron. Aquella chica les dijo dínde estaban y sabía por dónde pasaban en cada momento. En la misma fuente se reunían a almorzar los chicos y aquella chica sabía todo lo que hablaban estando allí. La mujer de Ochagavía tenía un hijo estudiando para ser cura, y a menos de dos años de terminar, el parroco les dijo que lo sacaran porque nunca sería cura. Aquella mujer odiaba a algunas personas. Y una vez, por no hacer daño a la familia, bajó al corral y retorció un hierro. Por fín, resultó que la medicina no debió tener efecto en el abuelo, porque la abuela no creía, y por eso bailaban las dos chicas encima cuando murió.
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SM-010a-A 46:01